Sólo el terremoto y tsunami del 27F produjeron pérdidas cercanas al 18% del PIB de ese año (2010). Este cálculo encendió las alertas durante el primer gobierno del Presidente Piñera y comenzó entonces el trabajo para dotar a Chile de un mejor mecanismo de coordinación, reducción de vulnerabilidades y respuesta ante catástrofes naturales.

Así, han existido avances como el fortalecimiento de las capacidades de la oficina nacional de Emergencias a nivel central, como también a nivel regional; la instalación de sirenas y señaléticas de evacuación en el borde costero; el mejoramiento de la red sismológica nacional; y el envío de un proyecto de ley para fortalecer el sistema de protección civil en el país, que actualmente se encuentra en el congreso.

A eso se suma la creación de la Comisión Nacional para la Resiliencia frente a Desastres de Origen Natural (CREDEN) cuya Estrategia Nacional de I+D+i+e estableció la necesidad del Instituto para la Resiliencia ante Desastres (ITReND).

“Este instituto dará respuesta anticipada a los problemas que tiene Chile. Los recursos que está poniendo Corfo en esta iniciativa irá en beneficio de todos los chilenos”, expresó el Subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, durante el lanzamiento de este centro de investigación del que participa en calidad de “mandante”, a través del instrumento de financiamiento denominado “programa de fortalecimiento y creación de capacidades tecnológicas habilitantes para bienes públicos” de CORFO. La inversión prevista es de $750 millones para los cinco años de ejecución de la etapa 1 del proyecto ITReND.

Durante sus primeros años (2019-2021), el ITReND está siendo incubado por la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile.

El instituto servirá mejorar la capacidad de respuesta coordinada del país, a través de la creación de bienes públicos y la articulación de los esfuerzos de Investigación, Desarrollo e Innovación en estas materias. El resultado permitirá entender y tomar acciones concretas respecto a cómo enfrentar los desafíos que nos impongan los fenómenos de la naturaleza.

ITReND trabajará en tres líneas de acción: Creación de bienes públicos para la resiliencia ante desastres; Generación de conocimiento y capacidades para la I+D+i+e en resiliencia; Fomento a la innovación y emprendimiento con enfoque de resiliencia.

La meta final es revertir la tendencia que se desprende de cifras como las del Instituto Nacional de Estadísticas y The International Disaster Database, que indican que durante la última década, más de 13 millones de personas han vivido un desastre en Chile, con más de 4 millones de damnificados y al menos 800 víctimas fatales. El daño promedio del PIB en Chile producto de los desastres es el 1,2% desde 1970 a 2011.