Presidente Piñera valora acuerdo constitucional y agradece a quienes se suman a los acuerdos por la Paz y de Justicia Social
A continuación, el discurso completo del Presidente Piñera:
Chilenas y chilenos, muy buenas noches:
En las últimas 4 semanas todos los chilenos hemos vivido tiempos duros y difíciles, que han golpeado el cuerpo y el alma de nuestra sociedad, y nos han dejado profundas lecciones y también han sembrado esperanzas.
Durante estas semanas hemos conocido las legítimas manifestaciones de millones y millones de chilenos y chilenas que piden y anhelan un Chile más justo y más equitativo, un Chile con mayor igualdad de oportunidades y con menos abusos, un Chile con más dignidad para todos y menos privilegios para algunos. La desigualdad no es sólo un tema material, también tiene que ver con la forma en que el Estado se relaciona con los ciudadanos, con la forma en que las empresas se relacionan con sus trabajadores, con sus proveedores y con sus consumidores y con la forma en que todos los ciudadanos nos relacionamos entre nosotros mismos.
Esa fuerte y clara voz de nuestros ciudadanos la hemos escuchado con mucha atención y con mucha humildad, y ha significado valiosos aprendizajes, porque representan demandas que son justas y legítimas, y por eso nos comprometen como Gobierno y como sociedad.
En las últimas 4 semanas Chile cambió, los chilenos cambiamos, el Gobierno cambió. Todos hemos cambiado. Porque el Pacto Social bajo el cual habíamos vivido se resquebrajó y mostró sus heridas y sus grietas. Necesitamos todos juntos renovar ese Pacto Social de forma tal de poder sanar esas heridas y reparar esas grietas.
Y para que eso sea posible, todos, todos los chilenos y chilenas de buena voluntad debemos condenar en forma categórica y sin ninguna ambigüedad la violencia, la violencia venga de donde venga. Porque sabemos que la violencia sólo engendra más violencia y va siempre acompañada de dolor y frustración, y golpea con más fuerza a los más humildes, a los más necesitados. Por eso, nuestro Gobierno hará todos los esfuerzos dentro del Estado de Derecho para que exista justicia y no haya impunidad con aquellos que causaron tanto daño a tantos chilenos.
El martes pasado, después de una noche de destructiva violencia, propusimos a todos los chilenos tres grandes acuerdos: un Acuerdo por la Paz, un Acuerdo por la Justicia Social y un Acuerdo por una Nueva Constitución.
Queridos compatriotas:
Esa noche, la noche del martes, como Presidente de Chile, tuve que optar entre dos caminos muy difíciles. El camino de la fuerza, a través de decretar un nuevo Estado de Excepción Constitucional, o el camino de la Paz. Nuestro Escudo Nacional dice “por la razón o la fuerza”. Esa noche optamos por el camino de la razón, para darle una oportunidad a la paz.
Quiero agradecer a tantas organizaciones de la sociedad civil que al día siguiente no dudaron en sumarse a ese camino de paz y unidad. Agradezco el compromiso con Chile demostrado por tantos gremios, por organizaciones de pymes, por rectores universitarios, por organizaciones que trabajan con niños y adolescentes, por las iglesias y por figuras de la política que representaban un amplio espectro que no duraron venir a La Moneda a manifestar generosamente su firme apoyo a esos caminos de futuro y de esperanza.
Quiero agradecer también a nuestros militares, a nuestros carabineros, a la PDI y a nuestros bomberos, que en jornadas extenuantes y muchas veces violentas, arriesgaron sus vidas y su integridad física por proteger nuestras vidas y nuestra integridad física.
Lamentablemente, y a pesar del fuerte compromiso y de todas las precauciones que tomamos no sólo el Gobierno, también nuestras Fuerzas Armadas y de Orden para proteger los Derechos Humanos de todos, en algunos casos no se respetaron los protocolos, hubo uso excesivo de la fuerza, se cometieron abusos o delitos y no se respetaron los derechos de todos.
Quiero expresar mi solidaridad y condolencias con las personas que fueron víctimas de esa violencia, con los que sufrieron lesiones, y muy especialmente, con los familiares de aquellos compatriotas que perdieron sus vidas. Quiero decirles desde el fondo del alma que nuestras oraciones y nuestros pensamientos están con ustedes.
Nuestro compromiso con los derechos humanos, con la verdad y con la justicia exige que todos estos casos que están siendo investigados por sumarios administrativos de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden o por la Fiscalía sigan siendo investigados, para que en función del mérito de la causa puedan ser conocidos y juzgados por nuestros Tribunales de Justicia.
No habrá impunidad ni con los que hicieron actos de inusitada violencia ni con aquellos que cometieron atropellos o abusos. Haremos el mejor de los esfuerzos para asistir a todas las víctimas en su recuperación y para que la Fiscalía y los Tribunales de Justicia cumplan con su misión de investigar y hacer justicia.
Chilenas y chilenos:
El Acuerdo por la Paz no significa solamente resguardar el orden público y la seguridad ciudadana, significa mucho más, significa también fortalecer la amistad cívica entre todos los chilenos, significa regirse por el Estado de Derecho y respetar la ley, significa respetar los Derechos Humanos de todos, significa pacificar los espíritus, de forma que usted y su familia y todas las familias chilenas puedan vivir, estudiarse, trabajar o recrearse en paz, con seguridad y así poder ejercer en plenitud su libertad y sus derechos.
El Acuerdo por la Justicia Social significa avanzar, con una renovada voluntad y un claro sentido de urgencia, para mejorar las pensiones de nuestros adultos mayores, para mejorar los ingresos nuestros trabajadores, mejorar la salud de nuestras familias, y para asegurar, a través de precios razonables de los servicios básicos como el transporte público, la electricidad, el agua o los peajes, que las familias enfrenten un costo de la vida que reduzca el temor que afecta a tantas familias de no saber si van a poder llegar a fin de mes.
Nuestra Clase Media ha progresado en base a su propio mérito y sacrificio, y ellos lo saben. Pero también es cierto que una parte de ella es frágil y con muchas familias de clase media viven permanentemente con temores: temor a perder el trabajo, temor a la enfermedad, temor a un acto de la delincuencia, temor a la tercera edad. Y por eso la Agenda Social tiene también que hacerse cargo de esa fragilidad y estos temores.
Estamos muy conscientes que las medidas que hemos anunciado y anunciaremos no van a solucionar todos los problemas en forma inmediata. Ojalá eso sea posible. Pero si sabemos que han significado y van a significar un importante alivio y también representan un firme compromiso del Gobierno y yo creo de todas las fuerzas políticas de avanzar con decisión y voluntad hacia un Chile más Justo.
Por eso el Acuerdo por una Nueva Constitución, logrado por los parlamentarios la madrugada del viernes, significa un compromiso amplio y sólido, que estoy seguro tiene el apoyo mayoritario de la ciudadanía, la que tendrá una activa y efectiva participación: primero, en un plebiscito de entrada. Segundo, eligiendo a sus representantes en el Órgano Constituyente, y tercero, con un plebiscito final, de forma que serán los ciudadanos los que tengan la última palabra respecto a nuestra futura Constitución.
En consecuencia, si la ciudadanía así lo decide, avanzaremos hacia una nueva Constitución, la primera elaborada en plena democracia y aceptada y respetada por todos, que sea el gran marco de unidad, legitimidad y estabilidad a nuestra democracia enfrentar los caminos del futuro y que permita a todos los ciudadanos procesar y resolver nuestras legítimas diferencias dentro del marco de la Constitución y la ley. Así avanzaremos de verdad hacia la construcción de una casa común, la casa de todos, que es la patria a la cual todos le rendimos homenaje.
Hoy quiero valorar y agradecer desde el fondo del alma a ese amplio grupo de parlamentarios que, después de muchas horas de difíciles negociaciones y legítimas discusiones, lograron superar muchas de sus históricas diferencias y pusieron a través de un acuerdo los intereses de Chile y los chilenos por delante. De eso se trata la buena política que vimos la madrugada de este viernes.
Quiero agradecer también, y con emoción, a esos millones y millones de chilenos que pese a todas las dificultades y riesgos, llegaron a sus lugares de estudio o trabajo para que Chile se mantuviera en pie y no detenerse. A esos cientos de pymes y pequeños emprendedores muchos de los cuales perdieron el esfuerzo de toda una vida y sin embargo siguen dispuestos ponerse de pie y volver a intentarlo, a las empresas que dieron facilidades a sus trabajadores y proveedores, y a tantas familias, a madres y padres que supieron contener y acoger a sus hijos que sin duda fueron afectados por estos días por el miedo y la incertidumbre que la violencia siempre genera.
Queridos compatriotas:
El desenlace final de estas 4 semanas aún no está escrito. Depende de nosotros construir y recorrer juntos los caminos que conduzcan a nuestro país y a nuestra sociedad a un buen puerto.
Hemos dado pasos importantes y en la dirección correcta, como el acuerdo en materia tributaria y del presupuesto 2020. Pero aún nos falta un largo camino por recorrer. Y por eso, el próximo acuerdo que tenemos que construir es el de mejorar las pensiones de nuestros adultos mayores. Nuestro Gobierno está dispuesto a avanzar más allá del aumento del 20% que hemos propuesto, pero quiero decirlo con mucha claridad: tenemos que recorrer este camino con responsabilidad y eso exige gradualidad, para poder cumplir con hechos y no sólo buenas intenciones.
Nuestro Gobierno, con la colaboración del Congreso y la sociedad civil, está comprometido a avanzar, con voluntad y urgencia, en fortalecer y perfeccionar la Agenda Social y también impulsar un gran Acuerdo que nos permita esa Constitución, que garantice para todos una casa común, la casa de todos, y para poder construir un Chile en que todos seamos más libre, también un Chile con más justicia y un Chile con más fraternidad.
Y en esta misión debemos evitar caer en el populismo y la demagogia, porque sabemos que sólo conducen a dolor y frustración para todos los chilenos, y muy especialmente, para los más humildes y los más necesitados. Nuestro deber es actuar siempre con responsabilidad y con sensibilidad para construir sobre roca y no sobre arena, los caminos del futuro de nuestro país.
Chilenas y chilenos:
Estas últimas 4 semanas han golpeado dura y profundamente nuestro sistema productivo y significará grandes costos para nuestra economía. Pero quiero decir también que nuestra economía está sana y sus fundamentos son sólidos. Tenemos una ardua tarea por delante para ponerla en la senda del crecimiento, la que debe ser enfrentada con visión, responsabilidad y esfuerzo de todos. Deberemos reconstruir lo que la violencia destruyó, debemos salir en apoyo de tantas pymes y emprendimientos que han sufrido los rigores de esta última semana, debemos también poner en marcha un plan de reimpulso de nuestra economía para poder recuperar la senda del crecimiento y para poder avanzar todos juntos hacia un Chile más libre, más justo y más feliz.
Queridos compatriotas:
Cuidemos Nuestras Familias
Cuidemos Nuestra Democracia
Cuidemos Nuestro Maravilloso País
Que Dios Bendiga a Chile y a todos los chilenos y nos dé a todos la sabiduría y la fuerza para recorrer todos juntos los caminos del futuro.
Muy buenas noches y muchas gracias.